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Alimentos prebióticos: cuidan tu salud digestiva

Cuida tu Salud digestiva con prebióticos y probióticos

No hay duda, los prebióticos y los probióticos son protagonistas de revistas de salud y nutrición y son una constante en los consejos nutricionales de profesionales médicos.
 
¿Por qué? La evidencia muestra una relación directa entre el estado de la flora digestiva o microbiota y los sistemas inmunitario y neurológico. Es en esta relación cerebro-intestino donde la fibras dietéticas solubles y determinadas bacterias intestinales tienen mucho que decir.
 
Su principal aporte al cuidado de la salud digestiva y bienestar general es que contribuyen a mantener el equilibrio. La ausencia de esta homeostasis se conoce como disbiosis intestinal y se ha constatado como marcador en un gran número de alteraciones como reflujos, diarrea, estreñimiento, gastritis, pero también en otras patologías como la dermatitis y el deterioro cognitivo.
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Actualización: mayo 2020 / Publicación: 19/11/2015
Autor: ESTEBAN SINDE STOMPEL, PhD
Edición: comunica@hifasdaterra.com

Lo que comemos no solo afecta a nuestra condición física, sino también a nuestro estado de ánimo y salud mental.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA) reveló que una dieta rica en alimentos probióticos y prebióticos a un grupo de individuos durante un mes optimizaba la función cerebral, lo que pudo constatarse mediante imágenes de resonancia magnética.
 

¿Qué es un probiótico? ¿Y un prebiótico? ¿Qué diferencias hay entre ambos?

Probióticos

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), un probiótico es aquel alimento que contiene organismos vivos, microbios y bacterias sanas que, al introducirlo adecuadamente en nuestra dieta diaria, producirá un efecto beneficioso ampliando nuestra microbiota (comunidad de bacterias beneficiosas y propias que cada uno).
 

Prebióticos

Los prebióticos, por contra, son fibras no digeribles que favorecen el crecimiento de la comunidad bacteriana que conforma nuestra microbiota intestinal. 

¿Cuál es su función?

Unos y otros tienen como objetivo equilibrar el ecosistema de la microbiota intestinal:
 
  • Los prebióticos alimentan las bacterias propias que ya habitan el intestino estimulando su desarrollo de forma selectiva y, por tanto, interviniendo en el ecosistema bacteriano.
  • Los probióticos añaden cepas nuevas de microorganismos beneficiosos.
 

El uso de alimentos para modificar la microbiota tiene un largo recorrido en nuestra historia. La leche fermentada fue uno de los primeros alimentos empleados para tratar de problemas gastrointestinales en el año 76 a. C

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Alimentos prebióticos

Los prebióticos, dada su naturaleza química, no se absorben en el intestino delgado, de modo que llegan al intestino grueso donde ya pueden cumplir con su cometido: alimentar a tu comunidad bacteriana intestinal.
 
Encontramos este tipo de fibras en alimentos como las setas, la miel, la cebolla, los espárragos, el centeno, las alcachofas, la achicoria... pero también en subproductos de estos alimentos como extractos donde se concentran altas cantidades de este tipo de fibra no soluble.
 

Alimentos probióticos

Aunque existen suplementos probióticos, los alimentos fermentados mediante procesos naturales son los alimentos probióticos por excelencia. Históricamente el yogur ha encabezado este ranking, pero últimamente se han incorporado a la lista alimentos como el kéfir, el chucrut o la kombucha.
 
 

Los prebióticos también ayudan al sistema inmunitario

Los tejidos inmunitarios del tracto gastroentérico constituyen la fracción más amplia y compleja del sistema inmunitario humano. La mucosa intestinal es una superficie que reviste el intestino y que está expuesta a antígenos ambientales patógenos (que causan enfermedades) y no patógenos (que estimulan el sistema inmunitario para producir anticuerpos). 

La fermentación de los prebióticos por parte de la microbiota intestinal crea condiciones ambientales favorables para el crecimiento de sustancias hostiles para el desarrollo de patógenos.

Por consiguiente, se produce una disminución de la flora enemiga y de sus metabolitos tóxicos (amoníaco, aminas biogénicas, nitrosaminas, etc.) que, en grandes concentraciones, favorecen la inflamación de la mucosa y alteran su permeabilidad, repercutiendo de manera negativa sobre la salud del organismo en su totalidad.

Los prebióticos favorecen la salud de la microbiota, conjunto de microorganismos simbiontes presentes en el intestino imprescindible para una digestión sana y una correcta funcionalidad del sistema inmunitario.

Oligosacáridos y polisacáridos: los prebióticos más estudiados

La Melena de león (Hericium erinaceus) es un hongo comestible de carne blanca que destaca por su alto contenido proteico e importantes minerales que suelen escasear en la dieta habitual, tales como selenio, germanio y zinc. Además, se considera una especie medicinal por su contenido en beta-glucanos, hericenonas, erinacinas, ergotioneína lovastatina, entre otras.
 
En su composición también encontramos quitina y fibras no solubles que, como hemos visto anteriormente, ayudan al equilibrio de la microbiota intestinal.
 
Las erinacinas y las hericenonas son relevantes en la conexión cerebro-intestino ya que se estudian como precursoras del factor de crecimiento nervioso (NGF) que interviene en la regeneración de los tejidos nervioso y digestivo
Cultivos de Melena de león en Hifas da Terra

En resumen...

Dieta prebiótica

Para mantener una microbiota sana es útil incluir prebióticos, sustancias capaces de estimular selectivamente el crecimiento y/o la actividad de una o de un número limitado de bacterias beneficiosas presentes en el colon.

De este consumo se obtiene una disminución de la flora enemiga y de sus metabolitos tóxicos (amoníaco, aminas biogénicas, nitrosaminas, etc.) que en grandes concentraciones favorecen la inflamación de la mucosas y alteran la permeabilidad.

Un gran número de virus, que entran en nuestro organismo  por medio de los alimentos, se implantan a priori en el intestino por lo que, un desequilibrio de la flora bacteriana con la consecuente bajada de defensas del sistema inmunitario, facilita la aparición de enfermedades. Cada vez más, los estudios científicos evidencian la importancia del aparato digestivo para gozar de buena salud.

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