El proyecto de I+D Neurofood investigará la actividad de los hongos medicinales, las castañas y las algas en el desarrollo neurocognitivo
Las empresas gallegas Hifas da Terra, Cuevas y Cía y Algamar ponen en marcha el proyecto Neurofood, una iniciativa de I+D con la que se desarrollarán alimentos funcionales y complementos alimenticios a partir de alimentos gallegos de alto valor nutricional como son los hongos medicinales, las castañas y las algas. Estos ya han constatado la presencia de determinados compuestos triterpenoides, vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales que podrían incidir en aspectos relacionados con el desarrollo neurocognitivo y, concretamente, con la percepción, memoria, la atención y el aprendizaje.
Representantes del consorcio empresarial expusieron los objetivos globales y las fases del proyecto Neurofood en el acto de presentación celebrado en la sede de la Fundación Foltra en Teo (A Coruña). Según explicaron, en este proyecto se seleccionarán «ingredientes de interés», se desarrollarán «procesos específicos» y se evaluarán «matrices complejas» que eviten que los compuestos pierdan cualidades en los procesos productivos. Neurofood es un «proyecto integral» pues prevé, después de las fases de investigación, el desarrollo de productos específicos y su validación funcional en individuos sanos y pacientes, tanto de edades tempranas como avanzadas.
Hifas da Terra
El Dr. Rodríguez Blanco, responsable de proyectos de I+D de salud en Hifas da Terra, explicó que organismos europeos ya han manifestado su preocupación por la malnutrición en la tercera edad a través de convocatorias en el marco del programa Horizonte 2020. Si bien la malnutrición en edades infantiles puede tener consecuencias observables posteriormente, en la tercera edad una alimentación deficitaria o inadecuada podría tener repercusiones a nivel neurocognitivo. «Como ejemplo, las deficiencias de vitamina B1 en la dieta de un paciente pediátrico, se traducen en anomalías observables en resonancia magnética», añadió.
Según recordó, el público en general habla con frecuencia de la importancia de la dieta en prevención de enfermedades cardiovasculares, pero «no existe el mismo grado de consciencia sobre las implicaciones nutricionales en el deterioro cognitivo o la demencia». El estudio Rotterdam, publicado en los años 90 demostró que una dieta rica en grasas saturadas, colesterol, grasa total, etc. tiene un «impacto negativo» sobre el riesgo de padecer demencia, mientras que una dieta rica en ácidos insaturados como omega 3 y omega 6 es “inversamente proporcional” al riesgo de padecer demencia.
Melena de león, Shiitake y Reishi
En el proyecto Neurofood se utilizarán recursos gallegos de “gran valor nutricional· como setas, castañas y algas que poseen compuestos ya conocidos y sobre los que Hifas da Terra trabaja desde hace años. Entre estos destacan el ácido alfa-linoleico, la vitamina D y la vitamina B12. La biotech de micología aplicada trabajará con setas «de interés a nivel cognitivo» como la Melena de león, el Shiitake y el Reishi; algunas de las cuales han mostrado «resultados positivos» en enfermedades neurológicas.
La gerente de Cuevas y Compañía, Maite González, incidió en la idea de desarrollar, como objetivo final del proyecto, un «alimento funcional estable y biodisponible». Según señaló, «como embajadores de la castaña gallega en el mundo presentes en 26 países», la divulgación de los beneficios de la castaña forma parte de su misión.
Fases de Neurofood: 2018-2020
El proyecto Neurofood, que se desarrollará hasta 2020, se encuentra en su fase inicial. Después de haber definido el producto final colectivamente, se están seleccionando las materias, las «fuentes de compuestos activos idóneas» para el producto con los «nutrientes esenciales y compuestos bioactivos adecuados». Entidades como la Universidade de Santiago de Compostela (USC), la Universidade de Vigo (UVIGO), Anfaco-Cecopesca y el Centro Tecnolóxico da Carne colaborarán en las fases sucesivas del proyecto recogiendo evidencias científicas de los efectos de los productos y aportando su experiencia en el ámbito de la I+D. Asimismo, la validación final del producto se obtendrá a partir los protocolos implantados por la Fundación Foltra, lo que ofrecerá «información valiosa» para el futuro comercial del producto formulado para el correcto funcionamiento neurocognitivo.
Cuevas y Cía
Según detalló Maite González, las distintas etapas del proyecto incluyen análisis de biomoléculas, tanto en las materias primas como en el producto final; estudios de compatibilidad de las diferentes matrices y ratios de concentración; estudios de compatibilidad, biodisponibilidad y vida útil; así como catas y paneles sensoriales que permitan demostrar la «máxima aceptabilidad organoléptica».
Una de las premisas de partida para la elaboración del producto resultante de Neurofood es que se enmarque en el concepto «saludable»; cuestión que estaría determinada, según Maite González, por tener un índice glucémico bajo, ser equilibrado nutricionalmente y de fácil deglución, natural, ecológico y sin conservantes ni colorantes.
La portavoz del grupo Cuevas no descartó, una vez finalizado el proyecto, la posibilidad de que el consorcio desarrolle una nueva gama de productos «más orientada a la rama sanitaria».
Algamar
Por su parte, el cofundador Algamar, Fermín Fernández Sáa, destacó el hecho de que a través de este proyecto se plantee el desarrollo de «productos de interés para la salud con productos gallegos de kilómetro cero». Algamar se define como una de las primeras empresas que apostó por las algas marinas con fines alimentarios. De sus aspectos nutricionales destacaron su alto contenido en proteínas, su «alta capacidad antioxidante» y lo que denominaron como un «cóctel de nutrientes».
Sergio Baamonde López, biólogo y miembro de I+D en Algamar, indicó que investigarán qué especies de algas son las más adecuadas para el producto final y mediante qué procesos de extracción se podrá optimizar la cantidad y calidad de sus compuestos bioactivos; actividades que desarrollará en colaboración con «investigadores de alto impacto» de la Universidade de Vigo y el Instituto Politécnico de Bragança (IPB) de Portugal.